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DEJA DE TOMARTE TODO PERSONAL

Tomarse las cosas de manera personal, es un mecanismo de defensa en el que inconscientemente buscamos encubrir nuestras inseguridades. Asumir que los demás nos atacan, nos otorga el "permiso" de defendernos y sentirnos más dignos que el resto. Lamentablemente, al final del día lo único que estamos defendiendo es nuestro frágil ego.


La psicóloga Emma McAdam, comenta que tomarnos las cosas personal, lleva a las personas a generar drama. Y como todos sabemos, el drama puede ser adictivo, por lo que algunos individuos pueden encontrar placer en sentirse ofendidos y pensar que el universo gira alrededor de ellos. Esta manera inmadura de defensa, nos priva de poder comunicarnos asertivamente, ya que cuando nos ofendemos por todo, lo que en verdad queremos hacer es controlar lo incontrolable - lo que las otras personas piensan sobre nosotros.


Un caso muy común es cuando escuchas que alguien no saluda a una persona porque ésta no la saludó primero. En ese instante, el que se ofendió arma una novela en su mente sobre por qué no lo saludaron. Sin darse cuenta pueden pasar horas y va a seguir alimentando la narrativa de su cabeza, cuando tal vez no lo saludaron porque la otra persona estaba distraída o tal vez pasó mala noche y simplemente estaba de malas.


McAdam en su podcast Therapy in a Nutshell, expone que tener claridad en los hechos es algo que nos ahorrará mucho tiempo. Analiza la narrativa que te inventas (la historia que nos decimos determina el 90% de nuestras emociones ante la situación).


La realidad es que las personas atacan a otros porque se sienten inseguras o  explotan con otras porque tuvieron un mal día en la oficina o porque están estresados por sus responsabilidades. Estoy seguro que podemos sentirnos con mayor paz cuando dejamos de esperar que los demás nos traten con pinzas.


A lo largo del tiempo, he notado que solo nos sentimos amenazados en áreas en las que tenemos inseguridades. Si alguien te quiere ofender sobre algo que sabes con certeza que no es real, muy probablemente no le des importancia (si eres alto y alguien te ofende diciendo que eres chaparro, seguramente verás a la persona con cara de "ya estás" y seguirás caminando).


Me di cuenta de esto cuando era chico y tenía sobrepeso. Una de mis tías SIEMPRE que me veía hacía un comentario al respecto: "ya no te queda esa ropa", "deberías de entrar a la dieta de la Zona", etc. A partir de ahí, me empecé a sentir sumamente vulnerable ante los comentarios que hicieran sobre mi apariencia, sin importar que estos pudieran ser cumplidos. Tomaba todo como algo personal y una crítica.


Al pasar de los años bajé de peso. Aún así, mi tía continuaba dando su opinión sobre mi apariencia: "estás muy flaco" ,"¿ya te fuiste a hacer análisis de anemia?" Fue cuando entendí que no importara lo que hiciera, siempre iba a recibir comentarios negativos de parte de mi tía.


Comprendí que muy probablemente el trauma venía de ella, y que sus críticas no eran constructivas. Lo que estaba pasando es que ella estaba proyectando su propia insatisfacción física en mí.


La siguiente vez que mi tía volvió a hacer un comentario diciendo que me veía más flaco que antes, simplemente le respondí: "muchas gracias tía". El demostrarle que lo que me decía lo tomaba con indiferencia, hizo que nunca más volviera a opinar sobre mi cuerpo, y yo dejé de estresarme por querer controlar lo que los demás pudieran pensar de mi físico.


"He who takes offense when offense was not intended is a fool, yet he who takes offense when offense is intended is an even greater fool" -Brigham Young.

Hace algunos años leí el libro Los cuatro acuerdos de Don Miguel Ruiz, en él, el autor comparte cuatro pilares fundamentales de la sabiduría Tolteca para lograr un desarrollo personal y espiritual:


  1. Sé impecable con tu palabra.

  2. No te tomes nada personal.

  3. No hagas suposiciones.

  4. Haz siempre lo mejor que puedas.


Recuerdo que me llamó mucho la atención el segundo acuerdo (no te tomes nada personal) ya que influye en los otros acuerdos. Cuando nos tomamos las cosas de manera personal, tendemos a hacer suposiciones de lo que se dijo o de las intenciones que pueden tener las personas hacia nosotros. Por consiguiente, no somos impecables con nuestras palabras y permanecemos en una actitud en la que lo último que queremos hacer es dar lo mejor de nosotros.


"Incluso cuando una situación parece muy personal, eso no tiene nada que ver contigo. Lo que esa persona dice, lo que hace y las opiniones que expresa responden a los acuerdos que ha establecido en su propia mente"- Miguel Ruiz.


Así mismo, el psicoterapeuta Luis Muiño, dice que cuando estamos hipervigilantes de lo que los demás están diciendo sobre nosotros, sentimos una insatisfacción tremenda y es común que estemos de mal humor todo el día (estoy seguro que mínimo conoces a una persona a la que le pasa esto).


Si estamos todo el día concentrados en querer controlar lo que se piensa sobre nosotros, no vamos a tener energías para ser productivos, crear cosas nuevas y disfrutar todo lo bueno que nos está pasando en el presente.


Sé que es difícil no darle importancia a las críticas que puedan hacerse directamente hacia nosotros. Pero tal como en el caso de mi tía, la mayoría de las veces, los comentarios que se hacen sobre nosotros son solo una proyección de quien los dice.


Generar un sentido de seguridad y valor interno, nos permite soltar el control hacia la percepción que los demás puedan tener sobre nosotros. Esto nos facilita recibir las críticas que sí son constructivas, dando espacio para escuchar y expresarnos sin drama.


No one can make you feel inferior without your consent. - Eleanor Roosevelt

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