En algunas ocaciones, al querer mejorar una relación que tenemos, lo primero que se nso viene a la mente es realizar cambios en nuestro comportamiento (tratar de ser más amables). Sin embargo, estudios recientes, demuestran que para tener un cambio positivo en nuestras interacciones, el ingrediente principal no radica mucho en nuestras acciones, sino en saber escuchar plenamente.
El mismo estudio, comparte que solo el 5% de los encuestados se sienten realmente escuchadas tras finalizar una conversación. Por lo que el 95% de las personas, no sabe escuchar plenamente.
Si lo analizamos, aunque esto suene aterrador, es algo muy cierto.
¿Cuántas veces, mientras estás hablando por teléfono con alguien, te encuentras a la vez navegando por Instagram o alguna red social? O podemos estar físicamente con alguien, pero nuestra atención está en nuestros pendientes o simplemente solo escuchamos para responderle a la persona, y no para entenderla.
De acuerdo a la pirámide de necesidades de Maslow, todos necesitamos ser auténticamente vistos, oídos y aceptación. Sentir que la otra persona está presente en este intercambio de comunicación, es lo que fomenta una conexión real. Lo que a su vez tendrá un impacto positivo en la confianza que generamos.
Pareciera en primera instancia, que escuchar plenamente es más fácil que hacer un cambio en nuestro comportamiento. La realidad, es que escuchar es todo un arte, ya que es mucho más complicado que solo hablar o hacer un cambio en nuestras acciones.

Cuanto más escuchemos a los demás, es más probable que queramos reaccionar a lo que dicen o emitamos juicios sobre la persona que habla. Tenemos que aprender a permitir que cosas con las que no estemos de acuerdo permanezcan en el aire y crear espacio para que la otra persona se sienta validada.
Entonces, ¿cómo escuchas de una manera que transforme las conversaciones y las relaciones?
En realidad escucha. Y solo escucha. Eso significa que no hagas multitasking. Pensar en lo que vas a responder a continuación cuenta multitasking. Simplemente concéntrate y da espacio a que la otra persona se exprese. Puedes profundizar más en tema de la presencia plena, estudiando los libros del maestro espiritual Eckhart Tolle.
Hacer preguntas. Cuando hacemos una pregunta, estamos explorando los pensamientos y sentimientos de la otra persona más profundamente y hacemos saber que estamos poniendo atención.
Recuerda que escuchar no es lo mismo que estar de acuerdo con lo que se dice. Te sorprenderá que a veces, solo escuchar, puede resolver problemas.
“Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos más y hablemos menos.” - Diogene.